Gastón Pauls viene de un año para recordar por las dificultades que atravesó la quiebra de su productora, Rosstoc. Mientras espera los tiempos para “que las cosas se sepan”, da su versión así. “Durante cinco años fui socio accionista de una empresa en la que me encargaba de la parte artística, con resultados súper positivos y atractivos para lo que queríamos. Cuando a la parte comercial administrativa le presté atención por unos segundos, para ver qué estaba pasando, vi que el desfasaje vino por ahí. Yo fui una víctima más de un mal manejo de cosas muy puntuales, se va a terminar sabiendo todo. Para mí fue primero muy doloroso, muy triste, aprendí a no volver a cometer algunos errores en las elecciones que uno hace. Algunos medios puntuales me pegaron muy fuerte por cuestiones políticas. Hay cierto periodismo que habla siempre en condicional, pero para mí fue sobre todo un ensañamiento por una cuestión clara de mi elección política. Ahora tengo un gran agradecimiento a Ortega y a Culell: que siendo productores me hayan llamado a mí me da la pauta de que saben quién soy, qué hice y no hice de todo eso que se dijo. Y tengo que laburar para vivir. Gracias a Dios, a la educación que recibí, tuve una productora y me fui con muchísima menos plata de la que tenía cuando empecé. Si alguna vez hablé de productores que se enriquecían con la plata de los actores, puedo decir que no es mi caso, perdí lo que tenía en Rosstoc. No me arrepiento de haberlo hecho, pero ahora tengo que laburar. Hace catorce años que no hacía una tira y si estoy acá laburando es porque necesito vivir, con mucho orgullo y con la dignidad del laburo, pero es también para levantarme de la caída. Para mí fue una caída muy dolorosa, más allá de lo mediático, por una cuestión personal delicada, estuve meses muy tirado, mi mujer me tenía que empujar para que me levantara. Con ensañamiento, una editorial vinculó mi situación con la productora a que yo haya asistido a un acto oficial. A mí nadie me dio un peso ni lo fui a pedir. Por eso estoy trabajando acá. Si me hubiesen dado tanta guita como se dijo, estaría ahora en Bahamas, riéndome de todo”.