El director del Colón, Pedro Pablo García Caffi, comenzó con agradecimientos. En el Salón Dorado del teatro y rodeado por todos los directores subalternos y junto al jefe de Gabinete del Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, el primer reconocimiento fue, justamente, a quienes lo acompañaban en el trance de dar la información, ya adelantada por Página/12, de que la ópera El Gran Macabro, de György Ligeti, que estaba prevista como apertura del ciclo de óperas de este año, se presentaría en versión de ensayo, con dos pianos y percusión. Tras la larga mesa estaban, también, el director musical de la obra, Baldur Brönniman, y Valentina Carrasco, una de las directoras de La Fura dels Baus y responsable, junto a Alex Ollé, de la puesta en escena.

“La situación es conocida y monitoreada diariamente por todos los medios de comunicación”, dijo García Caffi acerca del conflicto con la parte de los trabajadores que se encolumna con ATE –uno de los dos gremios con representación en el teatro–. “Pero hay algo que nos gustaría aclarar”, explicó. “El Colón no ha estado ni está cerrado.” La muestra de esta versión reducida de la ópera de Ligeti tiene como objeto, precisamente, mostrar que “una gran mayoría de los trabajadores del teatro, unos ochocientos de un total de algo más de novecientos, no ha dejado de trabajar desde el 24 de mayo en que reabrimos el teatro hasta ahora”. Preguntado sobre el concierto de Plácido Domingo, García Caffi dijo no poder responder, ya que la organización no correspondía al teatro, sino a la Fundación Beethoven, y ante la consulta sobre las negociaciones con las orquestas, sobre las que afirmó sentirse optimista, respondió que “se desarrollan en el marco de las paritarias centrales y el Colón no tiene nada que ver; en cuanto a las sanciones, están en el terreno judicial y habrá que ver qué dice la Justicia”. Por otra parte, informó que “dada la situación planteada por integrantes de las orquestas del teatro, no podemos garantizar la concreción de los espectáculos de los que participan, por lo que hemos suspendido la venta de abonos”. Las entradas para las funciones se venderán, por consiguiente, para cada espectáculo por separado y en la medida en que puedan ser confirmados, respetando las ubicaciones que los abonados tuvieron en 2010 y ofreciendo después los sobrantes.