El momento más conmovedor de Desayuno con John Lennon está relacionado, precisamente, con el ex beatle: tras el asesinato del músico, Hilburn viajó a Nueva York para tratar de contactar a Yoko Ono. Y aunque iba sin muchas esperanzas, ella lo recibió en su departamento del edificio Dakota. “No sabía qué decirle, así que me senté en la cama y le di un abrazo. Tuve que hacer un gran esfuerzo para no ponerme a llorar”, recordó el periodista en el libro. Y ahora amplía para Página/12: “El tiempo que pasé con Yoko después de la muerte de John fue ciertamente la experiencia más escalofriante que tuve, porque me sentía muy mal y sentía que los ojos del mundo estaban puestos en ella, y ahí estaba yo, escribiendo las palabras que iba a poner en el diario al día siguiente, con lo primero que ella iba a decirles a los fans después de la muerte de John”. Las palabras de Yoko, que Hilburn volvió a escribir en el libro, impactan más cuando se conoce en qué contexto fueron dichas: “El futuro sigue esperando a que nosotros lo construyamos. La década del ’80 florecerá si la gente acepta la paz y el amor en sus corazones. Esta tragedia será mayor si la gente se aleja del mensaje que hay en la música de John”.