Mientras se aguarda el estreno de Revolución..., De la Serna deambula entre la finalización de Contra las cuerdas, la ficción de Canal 7 que entró en sus últimas dos semanas, y las grabaciones de El puntero, el unitario de El Trece que verá la luz a mediados de abril. El programa producido por On TV, la productora de Claudio Villarruel y Bernarda Llorente, culminará su historia de amor de clase trabajadora a todo trapo: con la emisión del capítulo final, el 14 de abril, desde el Gran Rex, ante su público (hay que reservar las entradas al 6379-4664). “Contra las cuerdas fue una experiencia dura porque no estoy acostumbrado a meter veinte escenas por día durante tantos meses. Pero estoy muy contento y satisfecho de haber hecho tamaña ficción en la TV pública, con los compañeros con los que trabajé. Fue un programa que contó una historia más humana y real que las que suelen verse”, cuenta el actor sobre la ficción de 60 capítulos.

Por otro lado, De la Serna ya se encuentra grabando El puntero, el unitario que protagonizará Julio Chávez, sobre libros de Mario Segade. “El programa –detalla el actor– abordará la historia de un puntero político. Ojalá algún día se pueda hablar de los dirigentes barriales, que hacen un trabajo enorme a puro corazón y honestidad. En una de ésas en este programa se habla de ese tema. Lamentablemente, en este momento hay una dialéctica de guerra entre el Gobierno y Clarín. Pero estoy muy contento laburando en este programa, con tipos como Julio Chávez, Pablo Brichta o Pipo Luque, que fueron militantes de la Juventud Peronista. En el programa no hay una bajada de línea. De todas maneras, con la Asignación Universal por Hijo se puenteó a los punteros. El problema es que los negociados en los barrios siguen existiendo.” Ante la consulta de si el ciclo abordará la coyuntura política subrepticiamente, el actor niega tal posibilidad. “El director es Daniel Barone, que es un tipo muy sensible y que sabe que lo que tiene que hacer es un buen programa ficcional. Al principio va a haber una mirada sobre lo peor de la política, pero después el guión abordará los vínculos humanos que tan bien trabaja Pol-Ka en los unitarios.”