Hace poco más de un año, justo antes de la participación de Los labios en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes, Iván Fund se esperanzaba con que la excursión francesa “hiciera las cosas un poco más fáciles” de ahí en adelante. No sabía que lo mejor llegaría un par de semanas después: él, Loza y dos de las actrices (Eva Bianco y Victoria Raposo) subieron al escenario para recibir el premio a mejor actuación femenina para el trío protagónico de manos de la directora Claire Denis. “No sé si hizo las cosas más fáciles –reflexiona hoy el santafesino–, pero de alguna manera se generó una atención sobre la película.”

–En ese sentido Los labios rompió una norma: por lo general las películas sobre la pobreza y la marginación más premiadas tienden a un miserabilismo “for export” que aquí no está.

I. F.: –Sí, fue raro, pero tanto Santiago como yo estamos conscientes de que muchas veces la película gusta por cosas equivocadas.

S. L.: –A veces la gente se engancha y preguntan qué aporte hicimos, como si el cine pudiera ofrecer algún tipo de solución. Muchos se ponen distantes porque es muy poco glamorosa o porque tiene un tiempo narrativo para muchos enojoso. O nos dicen que se sintieron estafados porque creían que era un documental. Quieren ver la cuestión de la pobreza latinoamericana, y como Los labios no va por ahí, se molestan. Pero también hubo público que la leyó de la forma que nosotros pretendíamos, conectándose con la historia de esas tres mujeres.