Actriz, titiritera, música, directora y docente, con numerosos trabajos realizados al frente del Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín, Adelaida Mangani suele musicalizar sus montajes. Así lo hace en Calderon, de Pier Paolo Pasolini, y de forma ecléctica. “No sigo una línea histórica. Lo mío es guiarme por las imágenes que me inspira una composición musical, desde la clásica hasta el heavy metal. Mi primera ocupación fue la música y mantengo esa convivencia. Me gasto los honorarios en música”, sostiene Mangani. Así es que revuelve en las bateas buscando lo que necesita para sus espectáculos. Esta vez halló rápido una grabación de “Lili Marlene”, cantada por Marlene Dietrich. En Calderon echa mano de esa variedad de gustos, e introduce a otra cantante, la mallorquín Concha Buika (de padres oriundos de Guinea) y su versión de “La falsa moneda”. Mangani aclara que esta puesta de Calderon ha sido posible por la entrega y creatividad del elenco: “La producción del espectáculo fue muy trabajosa. El teatro no disponía del dinero que necesitábamos y todo se atrasaba. No podíamos esperar y compré algunos elementos, otros, muy personales, fueron aportados por otra gente. La contribución del elenco ha sido emocionante: hicimos jornadas de taller desde las 14 hasta las 22 para recuperar y crear lo que necesitábamos. Pasamos horas modelando y pintando. Este es un elenco de fierro”. Mangani admite que esa disposición la gratifica. Esto sin dejar de señalar que tanto esfuerzo se debe a la falta de atención de los funcionarios hacia los que trabajan: “Una debiera plantarse y decir ‘no lo hago’”. La situación es nefasta, sin embargo, ella saca fuerzas. Se siente obligada a no abandonar la tarea ante la pasión que pone el elenco y la totalidad del equipo: “Ellos han aprendido el oficio y entienden que el espectáculo está primero”.