La cámara sorpresa a Rodolfo Terragno en el programa de Marcelo Tinelli es un paso más hacia la banalización de la imagen de la actividad política, y básicamente de los denominados políticos institucionales. Y, por supuesto, no se puede perder de vista que este tipo de puestas sigue ocupando el lugar que no se les dispensa a las corporaciones y al empresariado. Inquieta que los dirigentes no adviertan la trampa, porque a esta altura del partido no puedo creer que alguien caiga en una cámara sorpresa de Marcelo Tinelli en Showmatch. Sería deducible, entonces, que en realidad los políticos lo advierten, y que prestarse al juego de la cámara sorpresa (lo que les proponen) es la única forma que tienen de aparecer en televisión.

En todo caso, lo que me parece novedoso es que el sketch lo encabece alguien que proviene del periodismo serio, porque se ha resuelto saltar desde allí al show televisivo humorístico. Como colega lo siento como una desvalorización de la profesión. No sé si hay tanto para sorprenderse, porque al fin y al cabo, el único contacto periodístico que mantiene el presidente Néstor Kirchner con los medios es hacer jueguito con los cronistas de Caiga quien caiga (CQC). El único lugar que le ha sido reservado a la televisión de hoy es el de show y entretenimiento: el periodismo en serio desapareció de la televisión argentina.