¿Qué opinión tiene de la gestión de Obama como presidente?

–Para ser honesta, yo sigo apoyando a Obama y lo voy a votar. Uno de los problemas que tenemos los que somos de izquierda es que siempre quisimos que Obama articulara las cosas con más energía. Esa es la desilusión; pero al mismo tiempo tenemos en el país una minoría de derecha muy dura que tiene ideas lo-cas, lo-cas, lo-cas.

–Pero es una minoría demasiado poderosa, ¿no?

–Son poderosos porque tenemos una Constitución, y yo la defiendo. La forma de configuración del gobierno hace que tengamos esa minoría de derecha que tiene voz y que es muy poderosa. Obama tiene una naturaleza conciliadora –lo supe siempre–; es parte de su historia, de su legado. La historia de su vida ha sido conciliar, unir a la gente. El problema es que pasa mucho tiempo tratando de comunicarse con gente que nunca se va a comunicar con él. Y por debajo de todo esto hay un racismo del que no se habla. Yo creo que Obama va a ganar. Y si tiene un segundo mandato, estos locos de derecha se van a ir. Se han estado condenando, suicidando, porque dicen cosas estúpidas y serán castigados por todo lo que han dicho. La naturaleza de una república es muy ineficiente. El temor real es el de los gobiernos eficientes; es frustrante pero es así. A los del Tea Party no los soporto: son horribles. Muchos son hombres blancos de más de 60 años. Mi deseo es que se mueran pronto, pero no le digas a mi marido (risas). A esta gente no le gusta nuestro mundo, no quiere un mundo con un presidente negro, no quieren que la mujer acceda a un cargo de poder, no quieren una América multiétnica; tienen miedo al otro. Pero no lo van a poder detener: esto seguirá sucediendo.