Desde hacía un tiempo, las nuevas generaciones veníamos reclamando participación en el Festival de Tango, para que este evento funcione como propagador de una cantidad de espacios que están instalados de manera independiente en la ciudad. En ese sentido, creo que el festival puede contribuir a impulsar todo un movimiento artístico generado en Buenos Aires, que está muy vivo y que representa el lenguaje de esta generación. Este año se logró una mayor participación a través de la sección Panorama, y estamos muy contentos de que así sea. Los referentes siempre van a estar, por supuesto. Pero tiene que haber espacio para que lo que se está haciendo hoy también llegue a ser masivo, que puedan surgir figuras de 30, 40 años reconocidas en el mundo. Eso hoy parece imposible, pero estoy seguro de que esta generación ya tiene esas figuras para presentar.

Una vuelta de rosca más para que el festival realmente refleje el tango actual sería que hubiera sedes en toda la ciudad, que se abriera el juego a los que están generando espacios en diferentes barrios, para que pudieran mostrarse desde sus propios lugares. Sin perder los escenarios importantes que tiene el festival, sería necesaria esta apertura. Hay gente a la que le resulta imposible tomarse un colectivo un día de semana para llegar a las 6 de la tarde al Centro de Exposiciones, y en cambio tendría acceso a esta música si estuviera en su barrio. Eso sería muy interesante, porque no hay que perder de vista que la comunidad tanguera está en todo Buenos Aires.

Hay mucha avidez por el tango en los barrios, y poca oferta por fuera de las movidas autogestionadas. Pienso en esto y pienso que se extraña el veranito para el tango. Hay centros culturales y lugares que no pueden afrontar una programación en invierno, porque no tienen buena calefacción. Parece algo superficial, pero es importante al momento de la convocatoria. Se extrañan las milongas masivas al aire libre, aquellas noches con 20 mil personas bailando y escuchando a Rubén Juárez son postales inolvidables. Quizá volver a desdoblar el festival sería una idea interesante.

* Director artístico de TangoContempo, integra el Quinteto Real, el sexteto de Nicolás Guerschberg, el quinteto de Néstor Marconi y el sexteto de Pablo Motta.