El Congreso tiene encuentros llamados “Cofralandes”, en honor a una palabra de Violeta Parra para referirse a “una tierra de todos, donde todo puede suceder”. Hay cofralandes de letras, artes audiovisuales y visuales; al final se redactarán manifiestos detallando desafíos de cada disciplina. Hay un cuarto espacio para quienes impulsan acciones culturales comunitarias: “Venimos a plantear que los recursos públicos también deben volcarse a experiencias que ya existen, basadas en la creatividad de los vecinos”, informó Eduardo Balán, de Culebrón Timbal. Lo respalda una unión continental llamada “Plataforma Puente Cultura Viva Comunitaria”, que vertebra a grupos de 20 países y que se alinea en pos de hacer que el 0,1 por ciento de los presupuestos regionales se destine a cultura de los barrios.