De forma paralela al Congreso, se concretó el seminario “Periodismo, participación y cultura”, organizado por la Fundación Nuevo Periodismo (FNPI) de Gabriel García Márquez: más de 30 profesionales de experiencia y diversos orígenes se reunieron para resaltar las preocupaciones del gremio en la región, y articularon lo que según Jaime Abello –cofundador y Director General– será “una red de colegas que quizá le haga un bien al oficio”. “Uno de los primeros reclamos en los que coincidimos –destacó Abello– es el de la conectividad. Nos parece central que los Estados iberoamericanos incluyan a las mayorías en la conectividad por banda ancha, porque consideramos Internet un derecho básico.” Otro de los nodos críticos fue el de la concentración de la comunicación en pocas manos y el rol que deben jugar los medios públicos frente a ese conflicto en un contexto democrático. “Creemos en una TV pública educativa que se dé en el marco de un sistema mediático pluralista”, observó. En cuanto a lo que tiene que ver puntualmente con el periodismo, se propuso fundar una red de contenidos patrocinada por la FNPI, donde se subirán las mejores producciones hechas en Latinoamérica, España y Portugal y se brindarán seminarios y asesoramiento en busca de una plataforma colectiva que potencie a profesionales de los países miembro. “Vamos a proponer que a esto se le sume un sistema de becas, para que los periodistas puedan encarar trabajos de largo aliento, ya que ese tipo de financiación es muy difícil de hallar en este lado del mundo.”

Héctor Feliciano, colaborador de The Washington Post y Los Angeles Times, resaltó que “estar juntos permitió que los colegas pusieran en discusión temas candentes. Uno de los asuntos más comentados fue el de la ley de medios argentina. Hubo posiciones bien encontradas. Yo estoy en desacuerdo con algunos aspectos y muy de acuerdo con otros. Tengo la impresión de que es un texto que contiene muchos elementos que tocan al periodismo, que quizá convendría tratar por separado”. Gumersindo Lafuente, director adjunto de El País de España, elogió esta variedad de miradas. “Hubo un debate intenso, porque mientras algunos defendían la idea de que es bueno que los medios públicos estén controlados por los gobiernos porque éstos han sido elegidos democráticamente, otros –entre los que me cuento– abogamos porque tengan mayor autonomía”, resaltó. “Junto con estas discrepancias, descubrimos preocupaciones comunes. Una de las principales es cómo la web altera nuestra rutina laboral: estábamos acostumbrados a trabajar desde algunas comodidades, en tanto que ahora, desde ámbitos que no son periodísticos en la acepción clásica, se hacen actividades que nosotros hacíamos, con mejor o peor suerte.” Lafuente reconoció que a este sacudón se le añade la volatilidad económica y la incertidumbre sobre las empresas: “El modelo empresarial que sostenía a los medios clásicos está en crisis”.