“La Argentina no fue fundada por la espada, sino que fue creada y constituida alrededor del libro.” La frase la dijo ayer Tomás Eloy Martínez, anticipando lo que será el eje de su discurso inaugural hoy en la Feria del Libro. Y si “los libros hacen historia”, como reza el lema de esta edición, las palabras del autor de La mano del amo prometen aportar una página fundamental para repensar y debatir aspectos constitutivos de nuestra identidad nacional. “No hay Estado que no nazca de una guerra. Pero el Estado argentino no nace de una guerra, nace del libro”, advirtió. El escritor dijo que la lectura es vital y que implica el ascenso y una mejor calidad de vida en las sociedades. “La globalización, en tanto globaliza el mercado y no a la personas, si bien permite el acceso de enormes masas de población a formas de conocimiento a través de Internet, también ha creado bolsones enormes de pobreza, donde el caudal de necesidades ha pasado del diario cotidiano a la comida cotidiana. Los padres de antes querían que sus hijos lean lo que ellos no pudieron leer, ahora quieren que sus hijos coman lo que él no pudo comer. Las prioridades han ido mudando, por lo tanto la lectura sigue siendo una prioridad, pero es una prioridad desplazada.”

El autor de El cantor de tango agregó que “el objeto libro, tal como lo conocemos, no va a desaparecer, porque la relación de intimidad entre autor y lector va a prevalecer por ser una de las necesidades del hombre más intensa”. Los corresponsales extranjeros le preguntaron qué opinaba de la relación del presidente Néstor Kirchner con la prensa. “Creo que ha habido ciertas actitudes autoritarias del Presidente, sobre todo en su provincia, en Santa Cruz, pero son reacciones autoritarias anteriores a su función como presidente”, respondió. “El hecho que me parece lamentable es que nunca haya sostenido una conferencia de prensa con los corresponsales extranjeros. Es un buen hábito en las democracias y la desaparición de este hábito habla de una relación por lo menos confusa, o de una desconfianza de la disidencia”, aclaró.

La visita de Tomás Eloy Martínez coincide con la reedición de su novela La mano del amo (Alfaguara) y la publicación de una antología, La otra realidad (Fondo de Cultura Económica), que reúne fragmentos de sus novelas, notas periodísticas, relatos, textos inéditos y críticas literarias. “En Buenos Aires ha desaparecido la crítica literaria. Antes había mayor intensidad y compromiso, pero hoy nadie se atreve a decir lo que piensa. Las críticas negativas son útiles, lo que no es útil es el silencio absoluto”, se quejó el autor de El cantor de tango (Planeta), novela que es un éxito en varios países europeos, pero que –según el escritor– en la Argentina pasó “con poca pena y menos gloria”. En cuanto a la antología de sus textos recientemente publicada, Martínez reconoció que fue construyendo una poética de la incertidumbre, o la indagación de los bordes entre ficción y realidad (“Tomás es el que duda”, agregó sobre el origen hebreo de su nombre). “Cuando miento le pongo novela, pero cuando escribo artículos periodísticos nunca miento”, comparó. “En la novela miento siempre, la mentira es mi consigna, mi código.”

“La época de Bush es una ofensa al sentido común –subrayó el escritor–. Es asfixiante y desagradable vivir en Estados Unidos.”