La voz de Fabiana Cantilo es una de las más reconocibles del rock argentino. Dueña de un registro dulce, de una desfachatez y de un histrionismo a prueba de balas, Cantilo formó parte de Los Twist y Los Perros Calientes, y supo ganarse un lugar de privilegio entre las mujeres que acompañaron a Charly García en su etapa más prolífica como solista. Luego de la relación personal y profesional que la unió con Fito Páez, llegó ese grito primal, el bautismo de fuego que significó haber popularizado “Mi enfermedad”, una canción que parece pertenecerle más a ella que a su autor, Andrés Calamaro. Más de una década después –y discos con hits como “Un pasaje hasta ahí”, “Nada es para siempre”, “Ya fue” y “Llego tarde”–, Cantilo consolidó su papel de gran intérprete con Inconsciente colectivo, en el que grabó versiones de clásicos del rock argentino como “Eiti Leda” (con Gustavo Cerati), “Spaghetti del rock”, “Yo vivo en una ciudad” y “El anillo del Capitán Beto”. Luego de otro álbum de canciones propias (Hija del rigor) llegó En la vereda del sol, una suerte de continuación de su anterior álbum de covers, con el que volvió a reunir artistas y estilos muy disímiles bajo su particular interpretación. El 2008 fue el año de su muy publicitada internación para rehabilitarse de sus adicciones, que quedó reflejada en la canción “Sólo quiero dormir”, de su undécimo trabajo, Ahora.