- Fantagas: que Carlos Nine es un maestro de la acuarela es indiscutible, y que este libro es un policial surrealista maravilloso, también.

- Muffins: sin palabras, Iñaki Echeverría construye un relato sensible sobre la evocación de los aromas de la infancia.

- Correrías del Sr. y la Sra. Rispo: un libro desatado, loco y magnífico, en el que Diego Parés da cátedra de secuencia historietística.

- El cuervo que sabía: desde Neuquén, Kwaichang Kráneo cuenta la historia del último humano de una Tierra devastada. Un cuento de amor y conocimiento con tintes borgeanos.

- De amor de locura y de muerte: Luciano Saracino y un equipo de buenos dibujantes adaptan a Horacio Quiroga, con notables resultados.

- Angela della Morte: Salvador Sanz publicó originalmente en Fierro este relato de espías en clave de ciencia ficción, donde cuestiona la moral de las corporaciones y la relación con el propio cuerpo.

- Mi Buenos Aires querido: 18 historias de amor lejos del estereotipo en los barrios porteños, una trama excelente urdida por Alejandro Farías.

- Irish Coffee: sin dudas la edición más lograda del año, un libro editado a todo trapo para recuperar un clásico de Trillo y Meglia.

- ¿Quién es Montt?: el humorista chileno Alberto Montt tiene prácticamente un culto a su alrededor gracias a sus viñetas ácidas.

- Virus Tropical: la colombiana PowerPaola impactó de lleno entre sus colegas con esta autobiografía sin concesiones.

- Aloha: una de las sorpresas que llegaron con diciembre es el trabajo de la uruguaya Maco, surrealista y con grandes puestas en página.

- Bonus track Astonishing Wolverine & Spiderman: dos personajes hiper populares trabajados por un guionista inteligente y un dibujante sólido. Una historia de camaradería particularmente bien contada.