No era desconocida la historia del seudónimo –Pedro Pago–, con el que Viñas casi inicia su carrera literaria. Pero las noveletas que escribiera bajo ese apodo ahora pueden volver a leerse en las ediciones que hizo la Biblioteca Nacional. Se trata de Mate Cocido, Chicho Grande y Chicho Chico, casos policiales en los que diseña personajes bajo la sombra apenas entrevista del bandolerismo social, con el estudio preliminar de Marcos Zangrandi. En las obras de este Viñas que escribía por encargo y lo deja asentado en su nombre de fantasía, mezcla de graciosa autodenigración y pista fácil para investigadores literarios, quizás yacen los indicios del Viñas que luego fue en las novelas y escritos que le conocimos. Pero ese “quizás” nos interesa, pues leer ahora a Pedro Pago a la luz de Viñas, el Viñas que sabemos, el Viñas al que escuchamos, al que acompañamos y seguimos mencionando, crea el verdadero problema del crítico literario. ¿Qué hay del escritor público en el escritor “por encargo”? No digamos ya qué retintinea en el autor maduro de aquello que podríamos considerar sus páginas iniciales, sino qué hay del joven que escribía por una “paga” en el novelista que cierra su trágica tarea con Tartabul. ¿Acaso nada? ¿Tal vez unos pocos giros olvidables? ¿O bien tan solo sería el propio esfuerzo del lector actual, que insiste en ver en unos trabajos pro pane lucrando indicios de lo que más desarrollado daría en el nombre pleno de Viñas? No es fácil saberlo, Viñas aparece de a ratos bajo los rasgos que hoy son sabidos del Viñas no pago. Pero en este nombre ocasional, vemos prefigurarse el problema mismo de Viñas en su habitáculo literario. ¿Quién paga al escritor? ¿Cuáles son sus temas en relación con los géneros que le son afines voluntariamente o los que asume por la voluntad de otros? ¿Deja entonces de ser un escritor libre? ¿Cuál es la relación entre pensamiento literario y paga del escritor? Si estos libros cuasi-policiales insinuaban algo, no era tanto el estilo futuro de David Viñas sino uno de sus grandes temas: ¿qué es la literatura? Esa temible conjunción entre la imaginación libre y el peso resinoso del mundo que nos rodea por todos lados.