Si bien ha dirigido obras para el teatro comercial (The Pillowman, Sweet Charity), Federman es considerado un “veterano del under”, sobre todo por clásicos como Perras y ¡Pará, fanático! Dice pertenecer “ideológicamente al teatro independiente”, pero distingue que otra canción es su concepción laboral de esa profesión. “Desde el momento en que tomo algo, es mi trabajo. Como un jugador que es hincha de un club y es contratado por otro: va a intentar jugar el mejor partido con otra camiseta”, compara. En el teatro oficial quiso presentar El Triángulo.... “Ofrecí la obra al Cervantes y recibí respuesta seis meses después. La conducción fue muy maleducada”, reclama. A las salas estatales porteñas ni se acercó. “En el San Martín la actriz protagónica de la obra más importante en la sala más grande nunca hizo teatro; está ahí porque trabaja en la tele.” Reestructura el guión y dirección de Yo (una historia de amor), unipersonal de Diego Reinhold que se presentará en Colombia; dirige dos piezas infantiles en Tecnópolis (Magia y ciencia y Matemagia); trabaja en una obra con alumnos de su curso “Palabras menos” y prepara un taller de improvisación para el festival de teatro adolescente Vamos que Venimos.