Aznar también se refirió a Puentes Amarillos, el puñado de canciones de Spinetta que tocó con rotundo éxito en abril (50 mil personas en plaza Italia), y que resultó en un disco que está presentando a salas llenas en el ND Ateneo: “Elegí las que quedaron porque la elección pasa por un feeling personal por cada una, pasa por canciones que me las pueda imaginar como propias, porque tocan temáticas o maneras de escribir que puedan ser compartidas y por las cuales yo sienta que les pueda hacer justicia, porque, como dicen los actores, no todo rol te queda bien. Hay virtudes y limitaciones y tenés que saber adecuarte a ellas, saber adecuar lo que hacés, no solamente por una cuestión profesional de carrera, sino por una cuestión de respeto a la canción. Si me meto con una canción, tengo que estar seguro de que le puedo hacer justicia, si no mejor la dejo pasar. Ese es el criterio. Y con Luis hay una obra tan grande, tan prolífica, tan impresionante, que es muy difícil elegir. Cuando hice Puentes Amarillos, el primer borrador contenía más de cuarenta canciones, y me parecían todas infaltables, pero tuve que reducir a 26 y me costó muchísimo. Tuve que tomar decisiones muy complicadas, pero me prohibí guardar el borrador original, porque si no iba a querer hacerlas en otro momento”, dijo antes de tocar una de sus preferidas, “Que ves el cielo”.