Puede augurarse que Ellen DeGeneres conservará su puesto de presentadora en 2015: entre su don natural para conducir y los golpes maestros del reparto de pizza y la selfie más retuiteada de la historia, la platinada conductora traccionó para que el Oscar tuviera su mejor rating desde 2004. Según las cifras preliminares de la empresa Nielsen, la transmisión de la cadena ABC esta edición cosechó 43 millones de espectadores en Estados Unidos, un 6 por ciento más que el año anterior (con la conducción de Seth McFarlane) e incluso más que los 40,2 millones que obtuvo la primera tarea de DeGeneres en 2007. Desde los 43,5 millones de espectadores que obtuvo la edición de 2004 (cuando El señor de los anillos: el retorno del rey fue la gran ganadora), el Oscar apenas arañaba los 40 millones de espectadores. El logro de la conductora se extiende a las redes sociales. En Facebook, la ceremonia consiguió 25,4 millones de interacciones producidas por 11,3 millones de personas. Pero el golpe maestro de la noche fue cuando DeGeneres le dio su teléfono a Bradley Cooper y ambos se amucharon frente a la cámara junto a Meryl Streep, Kevin Spacey, Angelina Jolie, Julia Roberts, Jennifer Lawrence, Brad Pitt, Lupita Nyong’o y Jared Leto para una instantánea que hizo explotar Twitter, rompiendo el record de retuiteos que ostentaban Barack y Michelle Obama abrazados tras el triunfo electoral. Al cierre de esta edición, la foto (con la leyenda “If only Bradley’s arm was longer. Best photo ever” o sea “Si solo el brazo de Bradley fuera más largo. La mejor foto”) había sido retuiteada 2.938.035 veces y había sido marcada como favorita 1.562.368 veces. Y los números seguían aumentando a alta velocidad, tanto como los seguidores de Ellen, que iban por los 27.168.151. Rápida de reflejos, DeGeneres vendió los derechos editoriales de la fotografía a la agencia AFP.