Dice que no hace proyecciones, pero... ¿cree que el humor de Cha Cha Cha, Todo por dos pesos y Peter Capusotto y sus videos se extinguirá o será retomado por las nuevas generaciones?

–No tengo idea. Supongo que los chicos de 20, 25 años pueden ser convocados por otras cosas. Qué sé yo. Tienen 20 años. ¡Pueden ser nuestros hijos! Seguramente para ellos somos unos viejos chotos que hablamos del peronismo. ¿Qué es el peronismo para un pibe de veinte años? Si no está medianamente en la militancia no es nada, ni lo invoca, está bien. Me preocupa más que accionen su propia vida y me parece que también hoy tienen lugares y recursos como Internet, donde cualquiera puede hacer algo y no hay una especie de mirada oficial.

–¿Le gusta el stand up?

–Mucho no me gusta, me gusta el monólogo pero me gusta un personaje, no me gusta la primera persona sobre sucesos cotidianos. Hay gente brillante haciéndolo, pero no me convoca mucho. No deja de tener esa especie de formato americano del microfonito. Ese formato Sony del argentino que hace Sony siempre me resultó sospechoso, con perdón de la palabra. No voy a exaltar el humor nacional y popular porque no sé si existe tampoco. La “argentinada” sí existe. Pertenecemos acá, también, y la manera colonizada de hacer las cosas reafirma que somos de acá.