“Cuando me propusieron ser candidato de Boca, era cuando el equipo andaba muy mal”, recuerda Pergolini. “Y es como un país: cuando un país anda muy mal, todo el mundo empieza a hablar de candidatos, porque es la forma de entender que hay un futuro. Ahora que Boca anda bien, mi carrera presidencial se bajó un poco... Me pasa por dos lados. Soy socio, voy todos los domingos a la cancha y he participado desde mi lugar. Por un lado, pienso que a los 50 años es una buena edad para poder hacer algo por el club de tus amores, no hacerlo por la plata... Hay un poco de vanidad en el gusto de ser presidente de Boca, también. (Mauricio) Macri ha dicho que en el mundo se le abrían más puertas como presidente de Boca que como jefe de Gobierno. Pero cuando lo analizo bien, temo por la rosca política que se va a generar y que no necesito.”

–En caso de que se decida, ¿sería como candidato a presidente de Boca?

–¿Por qué hay que ser capanga? ¿Por qué hay que postularse como presidente o vice? A lo mejor no tengo que ser (Juan Sebastián) Verón, no tengo que ser (Marcelo) Tinelli. Las elecciones son en diciembre de 2015. La posibilidad está. Hay una parte de mí que dice que sí, otra que dice que no. Por ahora, la que dice que no es más calladita que la que dice que sí. Vamos a ver cómo se desarrollan las cosas en los próximos meses. Lo que es seguro es que para presidente, no. Tal vez para vicepresidente. Todos los que me vienen a ofrecer participar ven en mí el reflejo de Marcelo (Tinelli), un tipo que se implicó y llevó a San Lorenzo a un lugar donde nunca había estado, y maneja un club al que se lo ve bastante tranquilo... Muchos creen que un tipo conocido puede llevar bien la agenda. Pero Marcelo es distinto a mí: es un tipo que se involucra, que está, que viaja con el plantel... Y yo no sé si haría ese tipo de cosas.