Domingo, 16 de noviembre de 2014 | Hoy
TELEVISION
Tanto Arana como Martínez diferencian al periodismo de espectáculos con el de chimentos, que tanto espacio ganó en los medios en los últimos años. “Son cosas totalmente distintas”, coinciden. Arana divide al periodismo alrededor de su profesión en tres categorías: “Existe el periodismo de espectáculos, el de chimentos y el basura. El primero es el más serio, el que analiza y difunde las cuestiones artísticas. El de chimentos trata de rascar un poco más en quiénes son los artistas y busca declaraciones picantes. Te puede incomodar, pero hasta ahí. Ahora, el periodismo basura es basura: viene a buscar basura y rasca sólo en la basura. Y todos tenemos abajo de la cocina un tacho de basura. A mí esa gente no me gusta”. Martínez es más tajante y menos complaciente con los chimenteros. “Para mí –señala–, eso no es periodismo de espectáculos: es una suerte de reality en el que viven tanto quienes lo producen como quienes se prestan a ese tipo de programas. No es espectáculos. No saben nada de espectáculos y no han visto nada. No van al teatro ni al cine bueno. Se ocupan de otra cosa y han producido una seudoindustria clase B de personajes que generan hechos para alimentar esa clase de ciclos, como declaraciones y fotos escandalosas. No me gustan, no los consumo y conmigo no se meten. Lamento que haya tantos. Si fuera por mí no habría ni un programa de ese tipo.”
–¿Creen, como dicen quienes los realizan, que el “periodismo basura” es un emergente social?
O. M.: –Uno de los daños que hace ese “periodismo” es que la gente cree que todos somos lo mismo. Aunque el encendido bajó muchísimo, lamentablemente durante muchos años la televisión fue la gran escuela pública, marcó tendencia, creó corrientes, llevó la gente para un lado, instaló temas y personajes... No creo que el chimento sea el emergente de la sociedad. Por lo menos, si lo es, es de una porción de la sociedad poco relevante, de la gente más sumergida en la ignorancia. No creo que un espectador con dos dedos de frente le interese eso. Suelen pasar la raya de lo moralmente aceptable, cuando hablan de temas a las 3 de la tarde que no son para tratarse en ese horario, o exhiben groseramente cuestiones privadas de personas adultas. Probablemente tenga que ver con una crisis de valores que atravesamos, que no se expresa sólo en esa clase de periodismo. Esos programas no sólo le hacen daño a la industria de la ficción; también es tremendo el daño al público, porque lo que muestran es degradante de la condición humana.
F. A.: –Incluso, van levantando la apuesta. Un programa hace una cosa y entonces hay que subir la vara. Eso es infinito.
–El límite se corre cada vez más...
>O. M.: –Un día alguien se va a suicidar en cámara. Le van a pagar a alguien para que vaya y se suicide delante de la cámara. Es tremendo. Es Bradbury puro.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.