“Lo del Día del Músico argentino es muy grosso, de verdad, un honor para la familia. Justo ese día tocamos en Uruguay, así que fue especial”, dice Dante sobre la ley recientemente sancionada, que hizo que el pasado viernes, día del natalicio de Luis Alberto Spinetta, se celebrara por primera vez la jornada a nivel nacional, con actividades en todo el país. “Yo con esto siento que se hace justicia, son cosas que hacen justicia a la importancia y la relevancia de la obra de mi padre y de la parada de él con el arte. No se trata sólo de la música sino de cómo se paraba a hablar y las cosas que defendía. El fue siempre una persona que puso la música ante todo: es un honor, y es tremendo que sea algo que queda para siempre.”

–Además, no se trata de un mero formalismo: la idea es traer a debate permanente el tema de los derechos de los músicos. Tu viejo sufrió muchos atropellos en ese sentido...

–Lo que está haciendo el Instituto Nacional de la Música Unami es muy grosso. La música es demasiado importante como para que no se le dé el lugar que merece. Muchas veces vemos a nuestros héroes pasándolo mal hasta que se mueren, y eso es una mierda. Pasa en muchos países de Latinoamérica, no sólo en la Argentina: a nuestros héroes no se los aprecia como corresponde, comparando con otros lugares, hasta que se mueren. Y ahí “uy, qué bueno que era”... Pero yo me acuerdo, me acuerdo de muchas cosas que vivimos, cuando mi viejo ya había hecho los mejores discos... Me parece buenísimo que haya una nueva generación de gente que empieza a pelear por otras cosas, que se le empieza a dar el lugar que corresponde. No es solamente Spinetta, se trata de todos los artistas que son súper importantes para la cultura de nuestro pago y de la música hispana, no sólo conocidos sino los que vienen de abajo y que les resulta muy difícil.

–A la familia le debe caer una buena cantidad propuestas relacionadas con tu padre, ¿no?

–Nosotros nos mantuvimos al margen de un montón de propuestas que se han hecho en nombre de mi viejo, y que no nos parecía que tuvieran que ver con él, acciones más ligadas a un beneficio político de alguien que nuestro, o lo que sea. Y la verdad es que teníamos que ponernos un poco en el lugar de mi padre y pensar qué hubiese hecho él. Pero lo del Día del Músico venía de un lugar súper respetable, está Celsa Mel Gowland, gente que pelea por los derechos de los músicos y lo hace desde un lugar honesto, y que quisimos apoyar.