Al igual que muchos músicos, Alex James ocupó los tiempos muertos entre giras y grabaciones con un hobby. Pero mientras varios de sus colegas se dedican a aficiones como la pintura o adquirir autos de colección, el bajista británico es también conocido por ser un exitoso fabricante de quesos. Para tomar distancia de la ajetreada vida nocturna londinense, no bien se casó, James se instaló junto a su mujer en una granja en Oxford- shire, al sureste de Inglaterra. Su marca cuenta con cinco variedades gourmet y también con una línea más económica, disponible en supermercados. “Los monjes fabrican quesos y hacen música hace siglos. Yo hago lo mismo, así que no me parece algo inusual”, explica el músico. En 2012, se alió con el chef Jamie Oliver para crear The Big Festival, que combina recitales y exposiciones culinarias. El evento se realiza en la granja de James y convoca a 30 mil espectadores por edición, y por su escenario desfilan artistas de peso como Basement Jaxx, Jamie Cullum y el DJ Fatboy Slim. “La gente a la que le gusta la buena música tiende a disfrutar de la buena comida, son cosas que maridan muy bien”, define. Y traza un recorrido histórico: “Cuando Blur empezó, sólo había dos festivales, y era todo muy rústico. Los sistemas de sonido eran malos, la gente pasaba hambre porque no había nada bueno para comer y los baños químicos eran un asco. A medida que proliferaron y se volvieron más populares, se descubrió que se podía convertirlos en algo un poco más sofisticado. Tener muy buena comida y música excelente es una gran receta”.