Todo tendría sentido si no existiera la muerte, premiada recientemente con el Rozenmacher, es una obra de 200 páginas. “Necesitamos conseguir buenas condiciones de producción, porque posiblemente dure más de tres horas”, cuenta Tenconi Blanco, que ya está pensando en la preproducción. Por otro lado, en 2016, dirigirá a Violeta Urtizberea y Julieta Zylberberg en La vida extraordinaria, y lo espera un desafío: “Voy a dirigir una ópera para el centro de experimentación del Colón”. Será Le malentendu, de Fabián Panisello, sobre la obra de Albert Camus. “Me da temor e inseguridad, pero por otro lado me enorgullece. Pienso que la voy a hacer bien y estoy trabajando duro. Está buenísima la ópera y está bueno que la dirija gente del teatro”, sostiene el dramaturgo.