La posibilidad de ver espectáculos de América latina en el ELTI también es una oportunidad para que los artistas puedan conocer el teatro nacional e intercambiar entre ellos sus experiencias. “Me dará la posibilidad de dialogar en escena con otras propuestas escénicas del continente y con un nuevo público. Siento mucha curiosidad de conocer las propuestas del festival”, asegura el cubano Osvaldo Doimeadios, autor de Santa Cecilia, una obra que habla del sentido de pertenencia y adhesión de un personaje a sus circunstancias, a su historia y a su cultura. “La relación con la historia está articulada con la poética de la resistencia, pero sobre todo en los cuestionamientos identitarios”, explica Doimeadios. Por su parte, Diego Aramburo trae de Bolivia Romeo y Julieta de Aramburo, una versión del clásico shakespereano, en donde las problemáticas del Altiplano se expresan en la puesta, una “intervención” en palabras del autor. “Me parece importantísimo todo ejercicio que nos permita hacer conciencia sobre Latinoamérica y cuánto podemos tener de común”, analiza Aramburo. “Los beneficios de servirse de los puentes que nos vinculan son enormes. Y en cultura y artes, más aún. Somos culturas complementarias, un todo que es demasiado potente. Tenemos sabiduría ancestral, como frescura y nuevas y esperanzadoras formas de ver y hacer todo”, se entusiasma.

Desde Ecuador, Diego Roldos adelanta que Pequeño ensayo sobre la soledad es una reflexión sobre los vínculos familiares. “La única forma en que concebimos la reflexión es a través del humor y el juego. Trabajamos acerca de ciertas vicisitudes de la infancia y la ‘mapaternidad’, un término acuñado durante la creación de la obra, que mina los roles estancos en la crianza. Es una obra sobre el amor a la filiación y la herencia”, cuenta, y cree que “cuando alguien se aproxima a la filiación, está investigando en la micropolítica de la resistencia”. Y la mexicana Violeta Luna pone en escena dos trabajos, Apuntes sobre la frontera y Vírgenes y diosas II: Piedras de memoria, que tratan sobre conflictos que México está atravesando en estos tiempos: las migraciones forzadas por la violencia cotidiana y las diversas formas de la violencia de Estado. “En México, estos temas (que se ve en las desapariciones forzadas, como el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa) se han agudizado, generando el sufrimiento diario del ciudadano común, el más afectado por estos mecanismos de poder, los más oscuros que nuestro país ha visto en su historia”, reflexiona, y concluye: “Este Encuentro me parece muy importante por las diferentes aproximaciones al lenguaje escénico así como por diálogos creativos que se generan. Esto nos permitirá a las invitadas establecer conexiones con la cultura y la identidad del país a través de la mirada creativa de los artistas locales. Y sobre todo seguir elaborando una identidad de Latinoamérica en las artes escénicas.”