[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El compañero inseparable de Litto Nebbia en toda esa aventura creativa que fueron Los Gatos es Ciro Fogliatta, el tecladista que tiñó de manera indeleble con el personal sonido de su órgano todos los clásicos del grupo. Aun antes, Ciro lideraba los Wild Cats, el conjunto al que fue a probarse como cantante un Litto adolescente, y que luego se transformaría en Los Gatos Salvajes, antecedente inmediato de Los Gatos. Así es como Fogliatta recuerda aquella histórica reunión de 2007.

–¿Cómo fue volver a tocar con sus amigos de Los Gatos, después de tantos años?

–Imagínese, fue una cosa muy emotiva. También por el regreso de un integrante, Kay Galifi, que no estaba en Argentina y hacía mucho que no lo veíamos. Por otro lado, estaba el hecho de tocar esas canciones, ensayarlas, tratar de lograr algo que tuviera la adrenalina de esa época, que es tan difícil. Porque además no estaba Moro, pero tocaron dos grandes bateristas. Yo pedí un órgano Hammond, que me prestó Calamaro, que era casi igual al que usaba con Los Gatos. Eso fue algo que ayudó con el sonido. Nos las rebuscamos como para que tuviera ese aire de los 60 que tenían Los Gatos, y lo conseguimos.

–¿Qué recuerdos tiene de la noche del Gran Rex?

–En primer lugar, la incógnita de si la gente iba a ir o no. Había venta anticipada, pero no sabíamos si se iba a llenar el teatro, que al final se llenó. Fue la única actuación que hicimos en Buenos Aires, que es la plaza más importante, y teníamos que tocar bien, no era tan fácil. Tuvimos que controlar bastante los nervios, porque solo habíamos tocado una vez con anterioridad, en Rosario, pero allí habíamos hecho 14 canciones, la mitad. Finalmente salió muy bien, y eso es también porque los músicos que tocaron tenían mucha experiencia, y ahí volcaron todo.

–¿Cómo evalúa el legado de Los Gatos?

–Por encima de cualquier evaluación musical, Los Gatos fueron un grupo muy popular. Nuestros discos se editaron en toda Latinoamérica, fuimos muy populares en Centroamérica, en algunos países de Sudamérica, y en Argentina. Es muy emocionante meterse en YouTube y ver que algunos videos, como “Viento, dile a la lluvia”, tienen más de dos millones de visitas, y leer los comentarios de la gente. Los Gatos fueron un grupo que dio un puntapié bastante importante, porque estuvo en el momento justo, con esas canciones, y ya con experiencia. Creo que eso ayudó mucho a las otras bandas con las que compartíamos toda la primera época del rock argentino. Porque es una banda que no hubiera salido si no hubieran existido antes Los Gatos Salvajes, con los que hicimos más de 300 shows. Entonces, cuando nos juntábamos con los chicos en La Perla de Once, nosotros ya estábamos con esa idea en la cabeza, y veníamos tocando desde hacía mucho tiempo, y las primeras grandes bandas todavía no estaban armadas, sus integrantes recién estaban esbozando lo que iban a hacer después. Eso fue una ventaja importante.