- John Boyega: Nacido en Peckham, Londres, el actor de 23 años interpreta a Finn, quien, gracias al primerísimo teaser de El despertar de la Fuerza, fue el primero de los nuevos personajes en revelarse. Pero no tiene sentido preguntar “¿Finn qué?”, porque el director J. J. Abrams ha dicho que “el hecho de que su apellido no sea de orden público es absolutamente intencional”. Lo poco que se sabe es que comienza el film como un Stormtrooper.

- Daisy Ridley: Elegir a Ridley, también de 23 años y también de Londres, es una repetición de aquella decisión de George Lucas de presentar a un elenco relativamente desconocido. ¿Puede Rey ser una hija perdida de Han Solo? Nadie lo sabe. Aparentemente, es una recolectora de chatarra en el planeta Jakku, con un androide amigo llamado BB-8. ¿Terminará siendo pariente o enamorada de Finn?

- Gwendoline Christie: Tomó siete episodios, pero al fin la saga Star Wars tiene una villana. Ella es Capitán Phasma, un Stormtropper cromado (¿un Chrometrooper?), interpretado por esta actriz de 37 años bien conocida por su personaje como la guerrera Brienne de Tarth en Game of Thrones. La obsesión de algunos foros por si el personaje era originalmente masculino es irrelevante. Lo más relevante es que la productora Kathleen Kennedy señaló que Phasma estará de regreso en el Episodio VIII.

- Lupita Nyong’o: La actriz keniana de 32 años interpreta a una alien diminuta, Maz Kanata, realizada con la técnica de motion capture. Se sabe muy poco de esta criatura estilo Yoda, salvo que sus ojos naranja tienen poderes especiales, y por ello las antiparras.

- Oscar Isaac: El actor estadounidense-guatemalteco, a quienes los fans de la ciencia ficción reconocerán por Ex Machina y X-Men: Apocalypse, interpreta al “Líder Negro” Poe Dameron, cabeza de un escuadrón de cazas X-Wing. Habrá que esperar un montón de acrobacias aéreas, y que será de algún modo un socio de Finn.

- BB-8: No es, en rigor, un actor de carne y hueso, pero es uno de los símbolos de la nueva Star Wars. El droide que parece una pelota Jabulani es uno de los juguetes más vendidos en la nueva ola de merchandising (sobre todo en la versión que se maneja a través de una app para teléfono o tablet), y esconde una vieja pasión de J. J. Abrams por el trío de hip hop estadounidense Beastie Boys: su nombre remite a las iniciales del grupo y la cantidad de discos que editó antes de su separación.