- Miguel Cantilo, intérprete de “Génesis”, de Vox Dei: “Es un clásico con mayúsculas. Siempre recuerdo una anécdota que quizá me haya impulsado a cantarla. Yo estaba en Arembepe, un pueblo cercano a San Salvador de Bahía, en Brasil. Vivía en patas y semidesnudo subiendo a los cocoteros, para bajarle cocos a mi hijo recién nacido y a su madre. Conocí entonces a un hippón argento que venía de recorrer el Amazonas y contaba sus múltiples experiencias con los indígenas. Allí en la playa, mirando el bravo atlántico bahiano, en un momento se puso a tararear esa canción. El efecto que me produjo el reencuentro con esa melodía a tantos kilómetros de distancia, en un medio tan distinto y en boca de un personaje como aquél, no se me borró nunca más. La tengo asociada a la experiencia de libertad en la naturaleza, a los olores de esas playas y a la nostalgia que produce nuestra música cuando uno está lejos. Por otra parte, Ricardo Soulé es uno de nuestros grandes compositores, cantores y guitarristas, y me honra rendirle tributo tratando de estar al nivel de su inspirada acepción de los textos bíblicos. La Biblia de Vox Dei representa uno de esos desafíos épicos que encaraba el rock en sus albores, cuando el arte primaba por sobre los negocios discográficos. Tal vez el más osado y mejor concretado de aquellos proyectos. Por supuesto que, además, trabajar con Lito Vitale siempre es un placer y la interpretación que realicé está profundamente influida por su arreglo de banda (tengo entendido que toca todos los instrumentos él), con la dosis de intensidad que me pidió. Me queda todavía el postre de escuchar los agregados orquestales que se incluyeron a posteriori”.

- Andrés Giménez, “La balada del diablo y la muerte”, La Renga: “Me llamó Lito, me contó la idea general y me pareció impresionante ayudar y cantar un tremendo tema. Es algo que no se da todos los días. Yo soy fan y amigo de los chicos de La Renga y es un placer poder poner mi voz en una canción de ellos. Cuando entré al estudio, me senté y escuché atentamente... una versión sinfónica con orquesta... ¡no tenía palabras! Recuerdo que canté medio temeroso por respeto, y cuando Lito me dijo del otro lado: ‘Andrés, está genial’, le di mi alma. Me llené de emoción al escuchar la toma terminada. Es una canción llena de poder y pasión, con una letra y una melodía increíble. Cuando regresé a casa, llamé a mi mamá, le conté y me puse a llorar como un boludo. Lloré porque nunca imaginé cantar un tema de La Renga armado y producido por Lito. Ojalá algún día la podamos hacer todos juntos en vivo”.

- Litto Nebbia, “Violencia en el parque”, de Aquelarre: “Cuando te invitan para un disco ‘tributo’, seguramente lo más importante es que te guste la canción que te ofrecen. Aquelarre no sólo ha sido de lo mejor y más original del rock argentino sino que, además, han sido desde siempre Emilio del Guercio y Rodolfo García mis grandes amigos. ‘Violencia en el parque’ es una de esas canciones con una forma armónica ‘moderna’ para la época, pero con un tono argentino que es inconfundible donde se la escuche. Cuando Vitale me propuso cantarla me pareció bárbaro, es casi una canción de mi familia. Estas añejas canciones, clásicas ya, a la hora de interpretarlas no hay mucho que pensar. Sólo cantarlas a tu estilo y con gran corazón”.