“El padre es una de esas obras que da gusto leer”, dice el director Daniel Veronese. “No puedo ser objetivo, pero creo que protagonizada por Pepe Soriano dará gusto verla. El tema es universal, imposible no sentirse identificado. Casi todos pasamos o pasaremos por situaciones similares a la de los personajes de la obra. En donde hay una familia, y en donde la cabeza de esa familia comienza a envejecer, se hace natural lo que transmite la obra. Nos aporta una mirada tierna sobre la descalificación del otro, del distinto, del que no puede ir rápido por la vida, de quien se confunde los nombres, que olvida y va desconectándose de la gente, de las cosas, de los lugares que habita. No siempre es fácil sobrellevar esas situaciones, pero hay algo de inevitabilidad que envuelve con una pátina dulce y esperable lo amargo y doloroso. La puesta tiene el máximo humor que pude ponerle. El tema es duro pero la obra tiene momentos divertidos. Intenté, entonces, acentuar estos últimos, hasta donde pude. Tampoco podía ni quería forzar el material hacia un lugar liviano sólo para ‘vendarle’ los ojos a los espectadores. Hice algunos cambios respecto de la obra original, ya que era un tanto confusa, contradictoria y repetitiva en algunas partes. Como siempre digo: cambié lo que yo necesitaba para ponerla en pie y dirigir a los actores. Cambié hacia donde yo podía defender desde la lógica de dirección. Teniendo un actor de las características de Pepe, favorecí ciertos momentos que espero sean emotivamente fuertes e inolvidables para quien esté en la platea”.