Mar del Plata y Carlos Paz, como plazas teatrales, suelen agruparse (en esta nota, de hecho) por ser los complementos fundamentales de la temporada teatral de la Ciudad de Buenos Aires, pero no hay que confundirse, pues se trata de dos escenarios completamente distintos entre sí. “La mayor diferencia entre Mar del Plata y Carlos Paz es que en la primera se conforma un corredor de títulos emparentado con Capital, ya que antes o después son los mismos en su mayoría. En cambio, para Córdoba se arman espectáculos más específicos, con predominio de lo frívolo y el humor que acompaña la tele”, explica a Página/12 el productor Carlos Rottemberg, uno de los que más conocen del asunto.

Ambas plazas, sin embargo, tienen algo en común (además de los precios de las entradas, que van desde los 250 a los 400 pesos según el espectáculo y el día y horario de función), y es que la temporada empieza allí antes que en Buenos Aires, que espera el nuevo año para subir el telón. Este año, no obstante, en la playa y en las sierras los teatros comenzaron más tarde, debido a cierta baja en el turismo. Misma baja que generó que los espectáculos también sean menos, y algunos de menor inversión.

En Mar del Plata, por ejemplo, la temporada arrancó con los teatros Provincial, Güemes y Tronador cerrados y en el Corrientes Rottemberg tuvo que poner un shopping en la parte de adelante para mantener la sala. También se cortó con la costumbre de hacer dos funciones diarias, algo que hace unos años era frecuente y que ahora no encuentra en el público la respuesta deseada. Es allí, no obstante, donde se verán los títulos más “novedosos” (aunque la experimentación es algo que está en crisis este verano), entre los que se destaca sobre todo Se quieren (mucho, poquito, nada), de Pierre Palmade y Muriel Robin, con Gabriel Goity y Florencia Peña y dirección de Manuel González Gil (se ve en el Teatro Lido).

Otros títulos que ya estrenaron en la costa son El espíritu infiel (Neptuno), con Fabián Gianola, Denise Dumas, Aníbal Pachano, Ana Acosta y Maite Zumelzu; Segunda vuelta (Atlas), con Nito Artaza, Miguel Angel Cherutti y Cecilia Milone; la comedia Mamá decía, con Diego Pérez y Marcelo Mazzarello, y Bailando Tango Remix, con Mora Godoy. El Teatro Nacional Cervantes aporta algunos de los títulos más interesantes. Sin definiciones por parte del nuevo gobierno nacional sobre quiénes lo conducirán en 2016, el año ya arrancó para el único teatro nacional, que realiza temporada en el Teatro Auditorium durante el verano marplatense. Allí se ven Melenita de oro, de Alberto Rodríguez Muñoz con dirección de Luis Romero; Last call- Ultimo llamado, espectáculo unipersonal del gran Gabriel Chamé Buendia; Distracciones, de Carlos Gorostiza con dirección de Mariana Giovine; el Martín Fierro, dirigido por Tony Lestingi; y El Fausto criollo, de Estanislao del Campo, con dirección de Bicho Gómez.