Le debo esto al Quía. ¿Una despedida? ¿Otra mutación? Esta mañana muy temprano, medio dormido, escuché el final de una nota radial; creí que era por Blackstar, que hacían toda la introducción a la obra de Bowie, como cada vez que sale algo nuevo hay que explicar quién es el artista...

Más tarde, entra mi mujer a mi estudio y me dice “murió Bowie”. Quise pensar que era una falsa muerte, un ardid, pero la idea no se sostuvo. A bancársela. Shit.

Puse Nothing Has Changed, el ultimo álbum recopilación, a mucho volumen: empieza “Space Oddity” y me parto en lágrimas. Incontenibles. Me relajo y que fluyan. Canción tras canción, diferentes momentos de mi vida, y también diferentes momentos dentro de cada canción, por las reescuchas... En el colegio, pasándonos data...”Escuchaste Bowie?”, encontrando complicidades a partir de la coincidencia.... contadas con una mano. Era raro Bowie. Y no se lo conocía...

Fue tan fuerte el impacto que me causó el primer tema de “Heroes”, “Beauty and the Beast”, y la seducción que ejerció sobre mí el resto del disco, que no pude evitar divulgarlo, compartirlo, buscar amigos y amigas sensibles para introducirlos a esta estética... yo tenía 15 años. Y el arte de Bowie me ha acompañado e influido desde entonces, y lo seguirá haciendo.

Es la primera vez que la muerte de un artista me provoca tanto dolor, honestamente. Gustavo era mi amigo, no entra en esta reflexión, es otro el duelo. Pero, claro, cómo no pensar en él también en este momento...”Te gusta Bowie?” fue una frase para romper el hielo apenas nos conocimos.

Y después, versionar “Heroes”, cambió mi vida. Creo (humildemente) que, al hacerlo, desperté la curiosidad de muchos por la obra de este Inmenso Artista del cual me siento tan agradecido de haber sido contemporáneo.

So long, Blackstar. Te quiero.

* Músico.