Todo empezó con el Centro Cultural Kirchner: fue el epicentro del primer golpe a la cultura por parte de la nueva gestión. A comienzos de enero, el titular del Sistema Nacional de Medios Públicos, Hernán Lombardi, despidió ¡por Twitter! al 85 por ciento de los 700 trabajadores del CCK. Hace unos días, los trabajadores denunciaron que hubo un “incumplimiento” por parte de las autoridades, quienes “se habían comprometido a entrevistar a todos los despedidos e informar sobre su continuidad”. Vencido el plazo, no había sido entrevistado ni el 50 por ciento. Los trabajadores expresaron, además, que el CCK no abrió sus puertas el 4 de febrero: “Se incumplió lo anunciado en los medios por Lombardi”. “Estamos junto a los compañeros despedidos del Ministerio de Cultura y del resto del Estado, denunciando el terrible vaciamiento que se está llevando adelante. Más temprano que tarde, estas decisiones terminarán por ser gravemente perjudiciales para todo el pueblo argentino”, sostuvieron en su página de Facebook.

Otro símbolo también atravesado por la polémica es el Espacio Cultural Nuestros Hijos, de las Madres de Plaza de Mayo. En una nota escrita por Ailín Bullentini y publicada el lunes pasado, Página/12 informó sobre lo que está sucediendo en la ex ESMA. El ECuNHi fue la primera presencia de organismos de derechos humanos en el predio. “No contamos con el apoyo de esta nueva gestión”, expresó Verónica Parodi, directora pedagógica del espacio. Los convenios que el ECuNHi había logrado con diferentes ministerios (entre ellos, Cultura) y que permitían el desarrollo de actividades pedagógicas y artísticas “se cayeron”. A pesar de que no cobran desde que empezó el año, los trabajadores piensan mantener “vivo” el lugar, e intentan sostener las actividades.