La galaxia textual de ensayos, investigaciones, crónicas y testimonios crece a 40 años del 24 de marzo de 1976. En La farsa (Planeta), Gabriela Saidon repasa los 48 días previos al golpe cívico-militar a través de una hipótesis: los primeros dos meses del ‘76 fueron borrados de los análisis. La entonces presidenta constitucional, Isabel Perón, fue responsable de haber firmado el primer decreto de aniquilamiento que abrió las puertas de par en par al terrorismo de Estado, cerró diarios y persiguió a artistas y militantes políticos. María Soledad Catoggio, en Los desaparecidos de la iglesia (Siglo XXI), explora la vida de un conjunto de sacerdotes, seminaristas y obispos víctimas de la represión estatal entre 1974 y 1983, y se detiene en los casos de la masacre de los curas palotinos, los asesinatos del padre Carlos Mugica, de monseñor Enrique Angelelli y la desaparición de las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet.

En Casita robada (Sudamericana), María Josefina Cerutti narra el secuestro, la desaparición y el saqueo que sufrió su familia, propietaria de una finca ubicada en Chacras de Coria (Mendoza). Durante la madrugada del 12 de enero de 1977 fueron secuestrados Victorio Cerutti, abuelo de la autora, y Omar Masera Pincolini, su tío, y llevados a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Victorio, de 75 años, fue torturado para que firmara la cesión de sus terrenos mendocino, valuados en 16 millones de dólares. Hay muchos libros ineludibles, si se requiere ahondar en los delitos económicos. El principal es Cuentas pendientes (Siglo XXI), de Horacio Verbitsky y Juan Pablo Bohoslavsky. Un “clásico” para leer y releer es Política y/o violencia. Una aproximación a la guerrilla de los años sesenta (Siglo XXI), de Pilar Calveiro. Otro trabajo fundamental es Las dictaduras argentinas (Edhasa), de Alejandro Horowicz. Varias veces agotada, volvió a publicarse la edición definitiva de El dictador. La historia secreta y pública de Jorge Rafael Videla (Sudamericana) de María Seoane y Vicente Muleiro.