¿Cuál consideraría la pasión por excelencia de los argentinos?

–Aunque pueda sonar a cliché, la pasión de los argentinos es la amistad. Acá las parejas se desarman y se vuelven a armar, los hijos se pelean con los padres, las familias se distancian, pero tenemos un culto de la amistad y una idea de fidelidad muy fuerte con los amigos, que no sólo se condensa en la celebración del Día del Amigo. Es algo que está en nuestra literatura argentina. La única pasión de Martín Fierro era su amistad con Cruz, y también aparece la importancia del amigo en Don Segundo Sombra, de Ricardo Güiraldes. No hay grandes novelas de amor en nuestra literatura, al menos no encuentro una paradigmática.