TEATRO
Ya adultos, ambos recuerdan sus primeros acercamientos a las artes que hoy desarrollan con pasión. Cada uno a su modo, claro: Martínez confiesa que de chico no le gustaban los títeres, y Hochman que esperaba la visita del Circo de Moscú a Buenos Aires ansiosamente. El titiritero advierte que en su Córdoba natal “de músico devine actor en los 70, y fuimos a Venezuela haciendo teatro político, y ahí lo conocí a Javier Villafañe, que me mostró otra cara totalmente distinta del teatro de títeres, más poética, más sabia”, y señala que como actores hicieron con Villafañe “un taller de títeres, y mezclamos títeres y teatro. Pero no siempre fue para chicos. ¡Era teatro de títeres para los que vengan! Después, nos hemos dedicado un poco más a los chicos”, dice. Hochman, por su parte, resalta que de chico fue “un espectador asiduo de las visitas del Circo de Moscú a Buenos Aires, por lo que era el circo y por afinidad ideológica”, ríe. “Esas vivencias fueron muy formativas para mí”, destaca y cuenta que acaba de volver de un viaje a Rusia, donde en Moscú vio al circo Nikulin. “Mientras lo miraba recordé por qué me quería dedicar a esto: la fantasía, la sensualidad, la perfección técnica, el ritmo, los colores, la música en vivo, la relación entre la música y la acción, el riesgo. Todos esos ingredientes volvían a estar de manera sublime. Me produjo la misma sensación que tenía cuando veía al Circo de Moscú”, asegura.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux