Desde hace varios años, Lydon y su esposa Nora viven en Los Angeles, y el cantante se hizo ciudadano estadounidense. Por eso, ahora dispara contra Donald Trump con la misma agudeza que antes lo hacía con la realeza británica. “Voy a ayudarlo a construir su muro, pero alrededor de su persona”, dice sobre el candidato republicano. “La verdad es que a mí no me gustan los políticos, la mayoría han demostrado ser mentirosos, pero tampoco conocí jamás a un hombre de negocios que diga la verdad (risas).”

–¿Va a votar?

–Sí. Y obviamente tengo que votar por Hillary Clinton, aunque no me guste. Podrá mentir todo el día, pero al menos tiene cierta cordura (risas). Si no gana ella, este mundo se va a poner desagradablemente raro muy rápido.

–¿A quién votaría en una elección entre su exmanager Malcolm McLaren y Donald Trump?

–(Se ríe) Es difícil, ¿eh? Pero nunca elegiría a Trump, porque el tipo es un imbécil, realmente. Sólo se ha preocupado por ganar dinero para sí mismo y no tiene ni idea de cómo vivimos el resto. Y Malcolm... Había algo de bondad en Malcolm, no era un tipo codicioso, simplemente quería recibir los elogios por todo y adornarse con eso. Era una cuestión más de ego que de maldad. Malcolm una vez anunció que iba a presentarse a las elecciones para alcalde de Londres y me preguntaron qué pensaba. Yo dije que iba a bajarse porque carecía de compromiso... y fue exactamente lo que sucedió. Tenía el mismo problema que la mayoría de la gente de la industria de la música: quería ser rico y famoso pero sin hacer todo el trabajo duro que implica. Y es mucho trabajo duro, porque tenés que comprometerte con aquello en lo que creés.