- Ana María Cores: “Midón es un referente importantísimo del teatro musical. No me gusta decir para niños, sus obras son para toda la familia, con mucho humor, reflexión y un código. Tuve el honor de estar en cinco de sus espectáculos. Junto con Gianni conformaban un matrimonio perfecto. Lograban transmitir un mensaje altamente positivo. Midoneando es seguir homenajeándolo en el tiempo. Ahora, los chicos que nos vieron a nosotros traen a sus hijos. Sus obras siguen teniendo vigencia. Son clásicos, por la honestidad del trabajo, por reflejar lo que le pasa al ser humano y por utilizar, en muchos casos, elementos de la vida cotidiana. Como director era exigente, pero te dejaba trabajar. No era rígido. Permitía que cada uno pudiera aportar cosas”.

- Gabi Goldberg: “Es un placer siempre recordar a Hugo, ya sea como actriz, dirigiendo o cantando las canciones con los chicos de mi estudio. Un montón de cosas nos unen al ECuNHi y el festival es para que su obra siga viajando. Para que siga siendo reconocido y conocido. El está en mi corazón siempre, no sólo como autor. Trabajé en su estudio, lo recuerdo mucho como maestro. No fui su alumna, pero es un gran maestro. Tenía una gran sonrisa y un abrazo apretado. Como actriz siempre me sentí protegida, respetada. Nos dejaba libres, sacaba lo mejor de cada uno. Era muy apasionado. Pude ser coreógrafa de sus obras. Estuve muy cerca de él, aprendí muchísimo del amor con que hacía cada cosa. Midoneando no somos nosotros solos, es la troupe de Midón. A veces somos nosotros, a veces otros. No importa quién haga la obra de Midón, sino que se la haga, con el respeto que merece”.

- Silvia Kanter: “Fue un pionero. Cambió el paradigma respecto del teatro para chicos. Está bueno que eso quede en la consciencia, en el imaginario. Muchas cosas lo preocuparon y él se ocupó de devolverlas en canciones y obras, en dupla magnífica con Gianni. Midoneando tiene que ver con la memoria, así que le va como anillo al dedo al ECuNHi. Este año sumamos una actividad lúdica, con el equipo de ‘Sábados midoneanos’, para que la gente participe cantando y bailando. Cada vez que nos juntamos para el Midoneando, está en el aire cuánto extrañamos a Hugo. Cada vez que uno replica la canción, transmite su estética y ética. He trabajado 22 años en Río Plateado, que es parte de la obra de Hugo, aunque no sea una obra de teatro. Es un modo de concebir la vida, apostar a la mirada, el abrazo, el juego. Era un líder en construir equipos”.

- Carlos March: “Trabajé con Midón más de veinte años, una cuarta parte de mi vida. Tengo recuerdos y experiencias de todo tipo. Sobre todo, como legado, me dejó una enorme cantidad de mensajes y recursos para la comunicación fundamentalmente con los niños. Además, el aprendizaje de que con las cosas más sencillas se puede llegar a lo más profundo e involucrar a todas las generaciones. Fue el gran artífice de eso: de lograr que el niño sea una sola entidad, que por lo menos tres generaciones sientan las mismas emociones y se involucren en el mismo espacio artístico. Si no es revolucionario, no sé qué nombre ponerle. Es un orgullo formar parte de este espacio de memoria en un lugar emblemático en cuanto a la memoria. Hugo estaría orgulloso. Recordarlo es volver atrás muchísimos años, pasar por diferentes momentos políticos. A través de los años y aún sin estar entre nosotros, se sigue manifestando. Con toda su obra le alcanza y sobra”.