Sandra Smith fue pionera en el surgimiento de una estrella pop televisiva (o prefabricada) desde el conjunto musical llamado sucesivamente Los Angeles de Smith/ Sandra y los angeles de Smith/ Sandra Smith y sus Angeles. Cada cambio de nombre lo vivió como un logro. Con ese conjunto precursor de Las Primas recorrió cuanto programa ómnibus existió en los ’80, hasta que la irrupción de Ritmo de la noche de Tinelli significó el fin de una época y de un reinado. Durante su apogeo, participó en varias películas de Enrique Carreras, aunque recuerda con especial estima la serie de los Superagentes de Ricardo Bauleo, Víctor Bo y Julio De Grazia. En los ’90 volvió en la tira Campeones de Pol-ka, como la tercera en discordia entre Soledad Silveyra y Osvaldo Laport. El boquete –entiende– podría ser la instancia de una refundación, su conversión a actriz de cine a cargo de una nueva camada. En eso está, dice: evaluando un proyecto del que no anticipa nada más. Ni tangas ni canciones: eso para ella es el pasado.

Silvia Pérez fue parte de un sketch de Operación Ja Ja de Gerardo Sofovich que se llamó Los chetos y en el que reproducía varias veces por episodio la muletilla “Hi, man”. Dice que esa frase se incorporó al lenguaje de una generación. Luego, desde No toca botón, pasó al rango de chica Olmedo, donde alternó roles de esposa infiel o mujer de alta sociedad, tal vez otorgados gracias a su rubio natural. La muerte de Olmedo la inspiró a viajar a la India, donde se contactó con Sai Baba e inició su conversión a profesora de yoga y promotora de “búsqueda espiritual”. Su objetivo era dejar de ser esa chica Olmedo. El parate de los ’90, en la ficción, significó su dedicación total como profesora de gimnasia, para lo cual se recibió como instructora con diploma. Su llegada a Cara de Queso, aunque con una aparición fugaz, significa para ella “el inicio de un círculo virtuoso”. Parte del proceso es su próxima aparición en Hermanos y detectives, de Damián Szifrón, de quien se declara admiradora desde que vio su película Tiempo de valientes.