El nuevo camino del hombre probablemente sea el mejor disco que Andrés Giménez haya grabado en su vida. Y es, además, una referencia ineludible para comprender qué pasaba con el heavy en el mundo y en el país a mediados de los ‘90, sacudido por el shock del groove metal y la avanzada del nü metal. A veinte años de su lanzamiento, el propio músico analiza: “Fue un cambio muy grande para el metal argentino. Lo escucho ahora y me mata, porque las composiciones están buenísimas y los riffs son muy elaborados. Si no hubiera sido parte, lo diría igual: para mí es uno de los grandes discos del rock argentino, porque marcó una época, posibilitó que muchas bandas abrieran la cabeza y empezaran a hacerse su lugar. Para el año que viene estamos pensando en hacer una gira presentando ese disco, y tocarlo entero, como un regalo”.