Si bien siempre quedan en la memoria de los televidentes los programas más exitosos o sus preferidos, también cada nueva temporada deja un tendal de ciclos que a la hora del balance se recuerdan por su mal pie. Aquí va, entonces, una pequeña lista de los programas que no cumplieron con las expectativas previas, tanto artísticas como competitivas:

- A todo culorr: aunque casi nadie lo recuerda, la esperada vuelta de Alfredo Casero al humor apenas duró ¡una emisión! en la pantalla veraniega de Canal 13. Luego de ver el primer programa, en el que el absurdo se confundió con el caos creativo, una sola pregunta se hizo presente: ¿cómo hizo el ex Cha cha cha para convencer a Adrián Suar de que se trataba de un programa para el público masivo? Y encima con Leticia Brédice como partenaire humorística...

- Gladiadores de Pompeya: la expectativa que generaba el protagonismo de Gabriel Goity tras Los Roldán y el debut de Underground (la productora de Sebastián Ortega y Pablo Culell) duró apenas tres meses. Levantada del aire por bajo rating, la historia deambuló entre el costumbrismo polkeano y el grotesco tinelliano, sin una historia que lo avalara. Y, encima, Andrea del Boca y Goity nunca llegaron a transmitir química (si es que existía).

- ¿Querés jugar?: buscando refritar la fórmula que le dio tanto éxito en Nico, tras el doble mal paso dado con Dominico, Nicolás Repetto volvió a la tele con un programa de juegos para el ama de casa. Sin su carisma de antaño, el programa contó con participantes que mostraban que las sorpresas no eran tan sorpresas y una Jimena Cyrulnik tan mística como perdida en su rol de movilera.

- El código Rodríguez: la propuesta de trasladar al siglo XXI programas de skecthes y puertas que no dejan de abrirse de Darío Vittori resultó una suma de gags sin gracia y chistes malos.

- Collar de esmeraldas: versión trunca y no blanqueada del clásico nacional Dios se lo pague, con Zully Moreno y Arturo de Córdova, pero con la química improbable entre Osvaldo Laport y Carina Zampini.