Los medios digitales provocaron un radical cambio en el lenguaje, en el idioma, en la forma de comunicarse entre las personas. Hay quienes sostienen que, tanto los mensajes de texto vía celular como Internet, son el nuevo “demonio” de estos tiempos. “Internet no es ni el mal ni el bien. Aunque sea de casualidad, tal vez tocando una tecla equivocada, Internet permite que la gente entre en contacto con alguna forma de cultura. Y eso no es poco en tiempos en que la cultura está bastardeada, incluso desde los centros educativos. Es preferible eso a estar drogándose en la esquina. Lo que no hay que creer es que basta con eso y que un programa de educación consiste en la adquisición de computadoras”, cuenta Dolina. En todo caso, sostiene, la red no es otra cosa que la máxima expresión de la sociedad del siglo XXI. “Internet –se atreve a afirmar– es el medio que refleja con mayor fidelidad el estado cultural de una sociedad, porque es la misma sociedad y no los empresarios los que crean la red. Es un espejo más riguroso que cualquier otro medio. Pero no deja de ser un espejo: nadie se educa a sí mismo mirando un espejo. El autodidacta es una metáfora muy bonita, pero siempre es necesario un maestro, un libro, una instancia superior. De nada sirve pensar que uno se va a convertir en un tipo culto comprando una computadora, porque sólo puede buscar en internet aquello que conoce. Discrepo con los que sostienen que basta con maniobrar a la bartola Internet para convertirse en una lumbrera.”