De Ushuaia a La Quiaca, todos se fueron con libros del predio de la Rural. Changuitos cargados y colas de más de una cuadra en los stands. ¿La feria está abierta?, pregunta una mujer que observa, por la entrada de Sarmiento, ese alboroto tempranero, inesperado. No, sólo abrió ayer por la mañana especialmente para que 2200 bibliotecarios de todo el país compraran textos, con un 50% de descuento, para sus bibliotecas, iniciativa que implementó la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) el año pasado. “Ah, qué lástima”, dice y sigue caminando. Enrique Yaporá trabaja en la biblioteca Juan Carlos Dávalos, en Salta. Revuelve los stands, escoge un libro de fisiología del deporte, otro de anatomía, y cuenta que busca enciclopedias, libros de texto para la escuela primaria y secundaria y ficción. “Me piden mucho a Paulo Coelho, tenemos El alquimista, pero los lectores quieren más títulos. También nos piden a García Márquez”, agrega Yaporá, que cuenta con 1300 pesos para adquirir los libros que busca.

En la cola del stand de Planeta, Angela Torres, de Chaco, muestra sus provisiones. El surtido que eligió incluye, entre otros, a Jorge Lanata, Ernesto Sabato, Paulo Coelho y Osvaldo Bayer. “Son los autores que nos piden los lectores, antes de viajar le preguntamos a la gente qué libros querían”, explica Torres. La dupla integrada por Walter Carabajal y Fernanda Rodríguez, ambos bibliotecarios de la Biblioteca Popular Sarmiento, de Ushuaia, comenta que están necesitando libros de enfermería que no llegan hasta “el fin del mundo”. Gladys Sánchez, de la Biblioteca Elsa Bornemann, de San Luis, busca libros objetos para primeros lectores, especialmente bebés, en el stand de Sigmar. “Tenemos más lectores chicos que adultos”, admite. Este año la Conabip destinó tres millones de pesos para la compra de libros en la Feria del Libro. El monto que recibió cada bibliotecario varía de acuerdo con las zonas del país, pero oscila entre los 1300 a 3000. En tres años de gestión al frente de la Conabip, su presidenta, María del Carmen Bianchi, logró que el presupuesto destinado al organismo aumentara un 123 por ciento: de menos de siete millones de pesos anuales en 2003 pasó a los 16 millones actuales. “Ya no dependemos sólo del azar de la Lotería Nacional. Desde el año pasado tenemos partidas asignadas del Presupuesto Nacional”, confirma Bianchi.

La titular de la Conabip traza un balance del Encuentro Nacional de Bibliotecas Populares, que concluyó el viernes con el homenaje a Bayer y la presentación de dos nuevos títulos de la Colección Biblioteca Popular: Ese hombre y otros papeles personales, de Rodolfo Walsh (Ediciones de la Flor), y Oliverio, nuevo homenaje a Girondo, compilado por Jorge Schwartz (Beatriz Viterbo). “Nuestro objetivo es que se reconozca públicamente este movimiento social de carácter cultural que protagonizan las bibliotecas”, señala Bianchi a Página/12. “Todos los soportes son aptos para iniciar la lectura. El libro no va a morir, como no murió el teatro cuando apareció el cine, ni las orquestas cuando aparecieron los discos –advierte Bianchi–. Internet no va a matar al libro.”