Entre la Monroe y la Dietrich, habrá algunas estrellas locales “coladas” en el podio de Hollywood en San Telmo. Se trata de Mirtha Legrand y Tita Merello, que serán interpretadas por el argentino Guillermo Gil, invitado por los maestros del transformismo cubano, Frankie Kein y Manuel Arte, para participar de su espectáculo. “Guillermo es un comediante que les tiene mucho respeto a las artistas que imita”, recalcan los anfitriones, que no trabajan en clave cómica como el argentino. Gil hace de Mirtha desde hace 25 años. Se autodenomina “su imitador oficial”; pone la voz finita y repite “lo digo, no lo digo...”. Comenzó como imitador en el teatro Regina. “El director dijo que el espectáculo era corto, que había que agregar un personaje más. Yo ofrecí hacer de Mirtha. Subí, lo hice y él dijo enseguida: ‘queda Mirtha’.” Fue China Zorrilla, su “madrina artística”, quien lo descubrió y organizó una función para famosos y productores. Pronto llegó a la tele, imitando a la diva en sus propios almuerzos. “En la década del ’90 –cuenta Gil– iba todos los años al programa. Abría el show y recibía a Mirtha como invitada.” Gil es flaco, pelado y luce un bronceado intenso. Aun así, lleva consigo a todos lados el divismo de la Legrand. “Vecinos del barrio me dicen ‘chau, Mirtha’. Un día subí al colectivo y el colectivero me dice ‘¡¿cómo le voy a cobrar el boleto a Mirtha Legrand?!’”, se acuerda.