Nissim Mbaz Mbaz: –Una vez tuve que hacer de padre y me encantó. Tenía sexo con mi mujer y con mi hija. Disfruté en todo momento...

Benjamín: –Yo lo interpreté desde la patología del pibe. No me impresionó, porque es como cualquier escena.

Martina: –Yo nunca lo hice. Si me centro en el personaje, si me pongo a pensar que me está cogiendo mi viejo, no me va a gustar.

Martín Lukas: –Tampoco es que haya tantas historias de incesto. No es está plagado; es la proporción que se da con respecto a las ventas.

–También hay muchos títulos de sex remakes de películas como El código Da Vinci o El Hombre Araña...

V. M.: –Yo hago muchas versiones de programas de tele, o de películas tipo Scary Movie. Porque a mí me divierte. Algunos me critican pero hay gente a la que le encanta.

–¿Hay un mayor desarrollo de la industria argentina?

V. M.: –Claro, tiene que ver con que hay mucha gente que viene a buscarnos para pagar menos. Todavía no nos sabemos defender, pero ya vamos a lograrlo. Quieren pagar tres a uno.

C. J.: –Por otro lado hay una serie de dificultades en la distribución. Hay que hacer películas modestas. Nosotros durante mucho tiempo no ganamos un mango y lo hicimos porque queríamos hacerlo.

M. L.: –A veces pasa que si no vendo afuera no vendo. Para que me compren barato no las vendo. Hay solo dos sellos y se hace difícil.

Marco Torino: –Se devaluó la venta en la Argentina, porque si hay productoras que las ofrecen baratas, ¿por qué las van a pagas más caras?

M. L.:–Hasta Venus que compraba ya no gasta, pasa producciones viejas.