MUSICA
La ficha
Rubén Juárez comenzó a cantar junto a un músico de Julio Sosa, el guitarrista Héctor Arbelo. A fines de los ’60 conoció a Aníbal Troilo, quien lo adoptaría como ahijado artístico y compartiría con él cuatro temporadas en el recordado Caño 14. Nacido en Córdoba, criado en Sarandí, Juárez empezó a estudiar bandoneón a los 6 años. El anteaño pasado celebró veinte años al frente del famoso Café Homero, que ahora, cuenta, está empezando a vender. En otras épocas allí se escuchaba a gente como Roberto Goyeneche y allí despuntó Adriana Varela. El año pasado el músico hizo otro festejo, el de sus 35 años de carrera, que cuenta desde la fecha en que apareció su primer simple. Sus próximos 35 años, dice, los imagina como director y productor. “Quiero armar cosas nuevas, dirigir a nuevos cantores, contarles del misterio del tango, de sus letras y sus personajes.” En eso está. Su último disco, El álbum blanco, muestra al Rubén Juárez de los primeros 35 años de carrera, el cantante y bandoneonista que supo dejar su sello en el tango.
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