Un escándalo cultural. El teatro Cervantes cerrado por indiferencia. Esta denuncia parte de un comunicado emitido el pasado miércoles (luego de una convocatoria en el Teatro del Pueblo) por numerosas entidades vinculadas al quehacer teatral y a la cultura en general. Lo suscriben la Asociación Argentina de Actores, el Movimiento de Apoyo al Teatro, el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral, Argentores, la Asociación de Cronistas del Espectáculo y personalidades del país y el exterior. Se reunieron más de cuatro mil firmas para testimoniar la alarma e indignación que produce “el manifiesto desinterés e inoperancia de los organismos oficiales responsables de encontrar una solución”. El texto reitera en parte lo que estas entidades venían señalando hace tiempo: “Se trata de un problema que el Estado empleador no sabe, no puede o no quiere resolver –apuntan–. Lo demuestra, entre otras gravísimas omisiones, la acefalía del Teatro tras la renuncia, en marzo, de su ex director Alejandro Samek. La temporada 2007 no existe. Obras como Cremona, Todo verde y un árbol lila o Fausto criollo, de la compañía de títeres Babelteatro, fueron programadas y ensayadas, pero hoy agonizan ante la incompetencia de los responsables de una crisis que mantiene al teatro prácticamente cerrado desde hace más de un año y medio”. El reclamo es aún más contundente cuando califican a esta inoperancia de “crimen cultural”.