“La crítica argentina tiene cierta pereza intelectual, aceptó un modelo Arlt y nunca se apartó de eso”, dice Castillo, que en uno de los ensayos de Ser escritor arremete contra dos prejuicios que aún pesan sobre el autor de Los siete locos: que Arlt escribía mal y su supuesta incultura. “Que Arlt escribía mal es una superstición creada también por su trabajo en el periodismo. Muy pocos se dan cuenta de que ciertos errores de ortografía de Arlt tienen que ver con los correctores de prueba de la época, no eran sólo errores del escritor sino que se les pasaban a los linotipistas. Estoy seguro de que los correctores de prueba de cualquier editorial argentina hoy podrían divertirse mucho con la forma de escribir que tienen varios escritores argentinos, que son notoriamente mejorados en la editorial, por lo menos en la ortografía”, ironiza Castillo.

“Viñas habla de la extrañeza de Arlt con cierto lenguaje y lo critica porque pone entre comillas ciertas palabras”, explica Castillo. “¿Ese es un error de Arlt o una exigencia del periodismo? ¿Escribía mal en serio? Lo mismo han dicho de Dostoievski y de Cervantes los contemporáneos de Dostoievski y Cervantes. ¿Qué es escribir bien? Si escribir bien fuera el grito mayor que puede tener la literatura, sin duda Hesíodo sería más grande poeta que Homero. Nos gusta repetir las formas de valorar a los escritores: que Arlt escribía mal o que la literatura de Borges es antinacional. ¿Es antinacional la literatura de Borges o el antinacional era Borges en sus posturas políticas? ¿Qué tiene de antinacional la literatura? Los compadritos metafísicos de Borges eran antinacionales, los intelectuales metafísicos de Gálvez eran nacionales, pero Gálvez es un escritor ilegible. Si lo tomamos como modelo nacional, estamos fritos.”