Aunque la gestión Villarruel-Llorente (que se complementan como los dos hemisferios de un mismo cerebro, o, si se quiere, como el “ello” y el “superyó”, respectivamente, de una persona) tiene una marcada identidad social por tratarse de los programadores del canal líder de la TV argentina, en este caso Televisión por la identidad fue un trabajo por encargo, que aceptaron gustosamente. Es que el germen del proyecto surgió de las mismas Abuelas, que le acercaron la idea a Telefé por haber “aprobado satisfactoriamente” el examen de hacer masivo el accionar de la dictadura militar en la telenovela Montecristo. “Que una institución tan respetada y reconocida como Abuelas nos elija para hacer este proyecto es un orgullo”, confiesa Villarruel. “Es una emoción inmensa poder devolverles algo a su constante lucha por la verdad, la justicia y por una sociedad mejor. Son las últimas representantes de la dignidad argentina. Eran mis ídolas cuando empecé a movilizarme como sujeto político, y lo siguen siendo hoy”, puntualiza el director de programación. Por su parte, Llorente cree que la realización de Televisión por la identidad “es un reconocimiento particularmente importante para Telefé, mayor a cualquier otro premio, porque viene dado de una asociación que es uno de los símbolos más significativos y nobles de esta sociedad. Ellas son una síntesis de esta historia horrorosa: supieron transformar los miedos, el dolor y el desamparo en un hecho de amor en beneficio de todos los argentinos, de aquel entonces, de hoy y de siempre.”