- El desentendido: es una raza que nunca sabe si primero cayó el avión y después Hugo se hizo millonario o si fue al revés. Confunde las emisiones repetidas de la TV abierta con flashbacks de 40 minutos.

- El ansioso: ve cada capítulo tres veces el mismo día. Se lo reconoce por la frase: “Me parece que me han echado del trabajo, cariño”.

- El memorioso: no piensa seguir disfrutando de la serie hasta que no se resuelva el misterio del oso polar. Este grupo obcecado se quedó con la espina en el ojo. Hasta que alguien no le explique qué hacía un oso polar en el medio del Pacífico no podrá seguir viendo la serie en paz.

- El desencantado: vio la primera temporada con la boca abierta. Se tatuó I LOVE LOST en el muslo. Pero desde la segunda temporada empezó a perder la fe. Odia Lost y adora 24. Suscribe la famosa frase: “Si Jack Bauer estuviera en la isla, el programa se llamaría Encontrados”.

- El conspiranoide: no le alcanza con haber descubierto la cara de Walt en una caja de leche Dharma, o un video de Sayid en medio de un flashback de Hugo. También asegura haber visto a Kate besando a Fiti en un capítulo de Los Soprano.

- El jesuita: son una nueva estirpe de misioneros, pero en lugar de pregonar a Jesucristo ante los indígenas promocionan la serie a los cuatro vientos. Se encierran contigo un fin de semana y te pasan la primera temporada completa. Se los reconoce por la frase: “¿Ves el humo negro? Esperá que rebobino y te lo paso cuadro por cuadro”.