Año 1592, el sabio florentino Galileo Galilei es profesor de matemáticas en Padua. Vive encerrado en la ciencia, con el convencimiento de que una nueva edad histórica acaba de empezar. Andrea, el hijo de su casera, está entusiasmado con los descubrimientos de Galilei y pide que le descifre los secretos. Esos conocimientos hacen tambalear la concepción del universo de Ptolomeo, que hasta entonces ha sido considerada como válida. Galilei toma de un alumno la idea del telescopio y la perfecciona, para poder postularse como matemático en la corte. Con la ayuda del instrumento, sus trabajos demuestran la exactitud de los trabajos anteriores de Copérnico. Prevenido por un amigo de las posibles consecuencias de sus investigaciones, Galilei manifiesta su fe en la razón humana y parte a Florencia. Allí anota nuevos descubrimientos y pelea con la aristocracia florentina sobre la veracidad de sus descubrimientos: los aristócratas se ríen de él y el clero le otorga una protección contradictoria.